Citando
hoy a Teilhard de Chardin,(religioso, paleontólogo y
filósofo francés), no por su síntesis
religiosa, pero si por su aportación
sociológica, que en sus discursos sobre la evolución social del hombre, determinaba
la democracia, como un escenario de construcción colectiva; Esta construcción, entendida como un proceso
de evolución del pensamiento y la inteligencia, y la conceptualización de la
pluralidad de las reflexiones individuales, agrupándose y reforzándose en el
acto de una sola reflexión unánime, es decir, una búsqueda del estado social de
bienestar.
Digo esto, para
poner en contexto esa participación social de los diversos colectivos migrantes
en España y en especial, en Catalunya.
La realidad
actual, es que a pesar de unos pocos esfuerzos, en los territorios de presencia
de personas de origen migrado, no hemos logrado avanzar en la democracia, como
un escenario de construcción colectiva, como proceso de integración social,
como parte integral de la aceptación de la diferencia, y la diversidad que
habita en nuestro entorno.
Como siempre,
debemos citar ejemplos.
En casi todos los
partidos políticos, nombran personas de origen migrado, para “demostrar”, que
hay participación de todos los sectores de la población. Si fuera esto cierto, solo en Catalunya, el
porcentaje de población de origen migrado es de aproximadamente el 24%,
(incluyendo personas nacionalizadas en los últimos 7 años).
Estos
“nombramientos” de supuestos “representantes del colectivo de origen migrante”,
se hacen a dedo. En su mayoría, son personas que no tienen una gran aceptación
por parte de su colectivo, porque desconocen quienes son, y ellos a su vez,
porque dicen tener “esa” representación.
Solamente he visto una votación para escoger un representante de origen
migrado, en una sectorial de un partido político, y es mixta, (hombre y mujer),
y este ejemplo es único, desde hace 7 años.
No se ha vuelto a repetir.
Por otro lado, el
temor de los partidos políticos, a decir que tienen estas personas en sus procesos
representativos, (porque según el cálculo político, les restarían votos de los
ciudadanos autóctonos), los hacen que estos “representantes” estén en los
puestos de la mitad hacia debajo de la lista electoral, es decir, con ninguna posibilidad de llegar a ser
representantes de este colectivo.
Y aun así, después
de esto, se preguntan, ¿Por qué no votan las personas de origen migrado?. Por
qué no Participan en los diversos procesos sociales, democráticos y de
participación social?
Yo no tengo la
respuesta a estos cuestionamientos. Lo que si se es que como Sociedad Civil de
personas de origen migrado, nos hace falta mucho para lograr un reconocimiento
de esta, nuestra sociedad de acogida.
Nos hace falta
mucho, porque aun hoy día, aceptamos que algunas personas nos digan que como no
somos de aquí, no sabemos ni entendemos el sentir de la sociedad. Nos hace
falta, porque por años, esos supuestos dirigentes de asociaciones,
federaciones y demás, dieron la imagen de que los únicos que tienen
representación, son ellos, y lo han hecho mal. No hay renovación en la
dirigencia, no hay ideas nuevas, no hay cambio, por tanto, no hay refresco ni
evolución, están estancados en su modelo subvencionado.
Por que a pesar de
que se puede votar, (en las municipales para aquellas personas con residencia
de mínimo dos años), y no lo hacemos.
Cito a Wilder
Palacio, Regidor de Salt, Girona,
Debemos ALFABETIZAR, políticamente a la población de origen migrado. Si,
aunque suene duro, debemos generar conocimiento y memoria histórica, en
nuestros colectivos.
Alfabetizar para
que reconozcan cuales son las alternativas, cuales son los contextos y los
proyectos de gobierno de los diversos partidos políticos frente a la
diversidad, a la pluralidad, a la multiculturalidad y la interculturalidad, con todo lo que esto conlleva.
Generar memoria
histórica, para no caer en los engaños y demagogias políticas amañadas, que
detrás de una cortina de humo, instrumentalizan la inmigración como sujeto
político de usar y tirar.
Además de valorar
estructuralmente, los aportes de la inmigración a esta sociedad de acogida, no
solo desde el punto de vista económico, sino reconocer que la diversidad es un
factor de competitividad en cualquier sociedad.
Ser capaces de
aceptar que en la diversidad de conocimientos, que en la diversidad de
posiciones, de asumir nuevos retos, de la diferencia de ver las cosas, de otra
forma de solucionar los problemas, es posible lograr una democracia como un
escenario de construcción colectiva.
JOSE ANGEL LONDOÑO O.
Barcelona, 31/08/2015
Gracias, Colombianos en el exterior y retornados, excelente aporte,
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